¿Quien dijo que hacer covers no esta chido?

Una hoja en blanco es todo un reto que solo la práctica nos va ayudar a superar. Pero,

¿Cómo te preparas paras para llenar una hoja en blanco?

Bien, aquí te cuento lo que yo hago. Además te puede ayudar a crear tu portafolio.

Recuerdo cuando aprendí a tocar la guitarra. Quería tocar guitarra para tocar los solos y las canciones de mis Guitar Heroes y hacer lo que ellos hacían en el escenario. Entonces, ¿Qué fue lo primero que hice? Después de algunas clases, empecé a sacar las canciones de mis ídolos. Esto me ayudó a aprender a tocar la guitarra y a buscar un sonido.

Después tuve mi primer banda y… ¿Qué fue lo primero hicimos? Tocar covers de las bandas que nos gustaban y nos inspiraban. Y que crees, eso también nos ayudó a conocer nuestras habilidades individuales y más importante aún, nuestras habilidades como conjunto. Aprendimos a comunicarnos sin palabras en el escenario y a través de la música. Lo que con el tiempo dio paso a que empezáramos a componer nuestras canciones.

Ha pasado tiempo desde que tenía una banda pero ahora que empecé a producir música justo lo más lógico era empezar en ese mismo lugar en el que empecé hace varios años, haciendo covers de canciones que me gustan y de otras que no me gustan tanto.

Es por eso que para llenar una hoja en blanco, hay que practicar y conocer nuestras habilidades y las herramientas de las que disponemos, y qué mejor que descubrir esto, haciendo covers de la gente que nos inspira a hacer música.

Hacer un cover es como echar una cascarita con Messi o jugar un Set con Roger Federer.

Esta es mi experiencia de hacer covers y los 5 principales motivos por los que te lo recomiendo.

1.- Arreglos

El chiste de hacer un cover es hacer una versión diferente a la que la gente conoce y para hacer eso hay que probar con diferentes arreglos, estos pueden ser armónicos, rítmicos o de instrumentos. Esta parte te va ayudar a mejorar tu oído musical.

Te puede ayudar a discernir que suena «bien» o que suena «mal» e incluso a mejorar tu instinto. Al final la música se tiene que sentir.

2.- Mejorar tu instrumento

La mejor manera de empezar un arreglo es interpretar la canción en tu instrumento de confianza. No importa si es una pieza sencilla o compleja, conocer los acordes y las melodías, ampliarán tu conocimiento musical para que después lo puedas aplicar en tus propias composiciones.

Es como aprender el vocabulario de otro idioma, el idioma de la música

3.- Conoce tu Equipo

Muchas veces no sabemos lo que tenemos y por lo tanto no lo aprovechamos al máximo, así que, qué mejor manera de conocer nuestro equipo, que usarlo. Hacer covers te permite tener más tiempo para experimentar con tu DAW, plugins, o Hardware. Conocer tu equipo es abrir más puertas para que tu creatividad fluya.

Recuerda, la herramientas son tan buenas como la persona que las usa.

4.- Grabación

La grabación de voces e instrumentos y un buen nivel en nuestros instrumentos virtuales es básico para empezar una mezcla con el pie derecho. Es aquí donde el fruto de los puntos anteriores comienzan a brotar. La producción es una cadena elementos que dependen directamente uno del otro.

La grabación es como escribir tus deseos en piedra, hay que hacerlo bien desde el principio si no queremos problemas más tarde.

No importa que la tecnología nos permita grabar cuantas veces queramos. Un buen arreglo y una buena ejecución nos pueden ahorrar mucho tiempo.

5.- Mezcla

Es el último eslabón de la cadena creativa, aquí es donde todos tus elementos se unen y es tiempo de que es idea que has trabajado se convierta en una escultura sonora.

La mezcla puede hacer maravillas pero está condicionada totalmente a todo el proceso que le precede.

La mezcla es un buen momento para evaluar tu trabajo, un buen arreglo permitirá que cada elemento tenga un motivo dentro de la canción. Si no es así quítalo, ya que solo estorbara a tu creatividad. Lo mismo si no grabamos bien un instrumento o tenemos una mala interpretación. Estas son cosas que con la práctica iremos mejorando.

Hay que aprender de los errores y para tener errores hay que hacer las cosas.

(OJO: después de esto viene el mastering que es un proceso que realza la calidad de la canción y en el que muy rara vez podemos realizar correcciones, por eso no lo contemple en este post, pero es un proceso obligado en nuestras producciones.

En conclusión hacer un cover te permite explorar todas las etapas de la producción, sin necesidad de que compongas la canción perfecta. Sin duda poner en práctica esto, te preparará para tus próximas producciones, originales o de clientes. Nunca sabes qué oportunidades puedas tener en el futuro.

¡La practica hace al maestro!

Pero no me creas a mi, hazlo y cuéntame tu experiencia.

y no olvides seguirme en Instagram.

Deja un comentario

Blog de WordPress.com.

Subir ↑